La ciencia apoya esta actividad antigua que busca integrar de manera armónica el cuerpo y la mente, como medicina para la artritis. Entre la evidencia más reciente: el yoga reduce la discapacidad y calma las articulaciones adoloridas e hinchadas sin producir efectos adversos en miles de personas que participaron en los estudios clínicos realizados entre 1980 y 2010. El estudio, financiado parcialmente por la Arthritis Foundation, se publicó en Rheumatic Disease Clinics of North America.
“Esencialmente, vimos que el yoga no empeora los síntomas de la enfermedad en los individuos con artritis. Con la instrucción adecuada, es una manera segura de mantenerse activo y alerta, condiciones ligadas a numerosos beneficios de salud”, afirmó la Dra. Steffany Moonaz, especialista en yoga.
Variedades de yoga:
VINIYOGA: el viniyoga se practica en sesiones privadas individuales con un maestro de yoga, quien modifica las posturas según sea su nivel de destreza, su estado de salud y sus metas de entrenamiento físico.
Compatible con la artritis: sí, con un instructor calificado. Busque a alguien con experiencia con personas con artritis y otros problemas de las articulaciones.
Ojo: como las posturas del viniyoga son muy adaptables, pueden parecer diferentes a otros tipos de yoga.
POWER YOGA: o poder del yoga, como su nombre sugiere, tiene una corriente rápida, que modifica las posturas de varias prácticas, como el Ashtanga y el Bikram y brinda un ejercicio cardiovascular además de elasticidad y fortaleza.
Compatible con la artritis: generalmente no.
Ojo: los individuos con una muy buena condición física y artritis leve pueden hacer este tipo de yoga, pero la mayoría de los maestros enseñarán la clase para los practicantes más activos, cuyo objetivo es un entrenamiento de alta intensidad.
VINYASA: series de posturas en que se hace hincapié en la respiración, las posturas fluyen de una a otra en el aire.
Compatible con la artritis: en algunos casos.
Ojo: muchas clases de vinyasa son complejas e involucran cargar mucho peso con las manos. Inquiera sobre el vinyasa suave, que tiende a ser más lento y requiere menos del apoyo de su peso corporal con las manos. A menos que tenga una artritis muy leve, no se recomienda el vinyasa excepto cuando sea en una lección privada o en una clase pequeña con un instructor experto que se tome el tiempo para individualizar el entrenamiento.
YOGA RESTAURATIVO: su meta, como lo indica el nombre, es la de relajar, descansar y restaurar la energía del cuerpo. Las posturas, que deben sostenerse entre 5 a 15 minutos a la vez, se logran usando apoyos (cuerdas, almohadones, etc.), como elementos de soporte o apoyo para permanecer en dicha postura con un mínimo o ningún esfuerzo muscular.
Compatible con la artritis: sí
Ojo: a diferencia de las demás formas de yoga, el yoga restaurativo no mejora la condición física, sino que es especialmente útil para los individuos con artritis que buscan alivio del estrés a modo de reducir la actividad de la enfermedad.
ASHTANGA: yoga vigoroso en que se mueve rápidamente entre posturas.
Compatible con la artritis: no
Ojo: el ashtanga probablemente tenga una dinámica demasiado veloz para ser segura para las personas con artritis, excepto que se enseñe a un nivel muy básico y con modificaciones.
YOGA SENTADO: posturas de yoga suaves que se ejecutan básicamente sentado.
Compatible con la artritis: sí
Ojo: este tipo de yoga es ideal para personas de la tercera edad y para quienes tienen limitaciones de movimiento. Escuche a su cuerpo y comuníquele a su maestro si algo le incomoda.
HATHA: término empleado para las posturas que comúnmente se identifican con el yoga. Abarca movimientos de equilibrio y estiramiento en posiciones de pie, sentado y boca abajo. Por lo regular se ejecutan despacio, concentrándose en el fortalecimiento y la reducción del estrés.
Compatible con la artritis: en ciertos casos
Ojo: debido a que la intensidad de las clases varía ampliamente, es aconsejable preguntarle al maestro de antemano.
IYENGAR: se vale de apoyos, como cintas o elementos de soporte, que le auxilian a realizar con mayor soltura las posturas sin crear tensión o lesiones.
Compatible con la artritis: sí
Ojo: iyengar es un yoga idóneo para las personas con artritis porque aporta mucha atención a la alineación ya las limitaciones individuales. Se recomienda la clase de nivel principiante para que reciba el tiempo y la atención debidos para adaptar adecuadamente las posturas a sus necesidades.
Consejo clave: una vez que haya encontrado la clase apropiada para usted, empiece despacio, haga solo hasta donde se sienta bien, y si percibe cualquier dolor durante una postura, suspéndala.
Fuente: ARTHRITIS FOUNDATION
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